lunes, 25 de enero de 2016

Esto No Puede Ser


Punto de Quiebre

Venezuela está atravesando la época más difícil de su existencia como Estado. Los venezolanos debemos volvernos creativos para poder sobrevivir en un ecosistema totalmente desconocido para nosotros. Las garras de un maléfico animal conocido con el nombre de “hiperinflación”, nos están rasguñando las costillas. La realidad es que, si nos pareció malo el año pasado, en este nuevo año desearemos desesperadamente volver a vivir el anterior y  todas sus carencias nos parecerán glorias.

Las crisis como la que vivimos, se ensaña fundamentalmente con los más débiles socioeconómicamente, en especial por su desconocimiento de los manejos financieros. No es lo mismo enfrentar una gran nevada con los abrigos adecuados, que hacerlo con una franelita casi a pecho descubierto. En estas situaciones los más aptos sobreviven y hasta se desarrollan, porque saben cómo proteger sus ingresos, invirtiendo en activos o en moneda dura. Los menos informados, al no saber respirar dentro del vendaval, naufragan en la puerta de sus casas viendo como se esfuman sus ingresos, pensiones y rentas, arrastrados por la pérdida de valor de la moneda nacional.

La plaga que nos cayó encima es tan grave, que estamos a las puertas de que la gente se comience a morir de mengua por falta de alimentos o de medicinas, si acaso sobreviven al hampa desbordada. Quitémonos el orgullo de decir que somos un país rico y preparémonos para solicitar asistencia humanitaria a los organismos internacionales, como aquella que se les suministra a los países víctimas de desastres naturales.

Lo más preocupante de esta situación es que, el llamado a buscar salidas  a la crisis, actúa como los músicos del Titanic, que seguían tocando sus instrumentos mientras el trasatlántico se estaba hundiendo. Parecen emular al extinto presidente que estimuló y provocó un paro, como el mismo lo reconoció posteriormente.  En este momento, debo volver  sobre mi punto focal de siempre: la actual crisis más que económica y social, ¡es política!  Y por allí debe comenzar la resolución del problema, Ahora bien, hay varias crisis corriendo en paralelo y no sabemos cuál de ellas llegara primero al dique.

Ruego a Dios que nosotros, como sociedad, tengamos la suficiente claridad, inteligencia y astucia para  encontrar una salida política, antes que el tsunami social arrase todos los espacios, sin importar quien pertenezca a uno u otro bando. También es posible que en esta oportunidad, no ocurra la tan temida “bajada de los cerros” y, en su lugar, suceda “la subida de las urbanizaciones”, solicitando auxilio de medicinas y comida.

*Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente
@alvareznv

viernes, 22 de enero de 2016

Mejor analicemos el año 2016.

Para comenzar es un año bisiesto. Recuerdo a mi abuela, mujer de campo, decir: “en el año bisiesto, cabe todo en un cesto”, mostrando así las expectativas de un mal año. La mala noticia entre nosotros es que ni siquiera hay cesto porque se lo robaron. Como curiosidad,  la palabra “bisiesto” nos viene del imperio (Romano, claro). Los romanos para corregir su calendario no contaban con el día 29 de febrero cada cuatro años, como nosotros, sino que en el mismo lapso repetían el día el 24 de febrero. Repetir en latín se dice “bis” (de allí bicicleta, por ejemplo:  bis y cyklos, que es rueda en griego). En el 24 de febrero faltan 6 días para el 1º de marzo. Cada cuatro años el sacerdote anunciaba: “ante día bis sextum kalendas martia”, es decir, la repetición del día sexto antes de marzo. Del bis sextum,  el bisiesto que conocemos hoy. Este año, pues, que ya se anunciaba difícil, viene encima  con un día de ñapa.
Numerológicamente hablando, el año 2016 es un año 9, ya saben que el cero no suma. Nueve son las musas y los meses de la gestación, o sea que este año será como un parto: difícil y doloroso. El número 9 es usado 49 veces en la biblia. Probablemente eso no les dice nada y sin embargo dice mucho: hay alguien que se leyó la biblia solo buscando las veces que aparece el número nueve. Nueve es el cuadrado de 3 y este es el número de la perfección divina. El tiempo de Dios es perfecto. Hay indicios esperanzadores: el 9 es el que viene después del 8. “¡Gran descubrimiento!”, estará diciendo usted, acucioso lector, pero esto tiene su importancia: el 8 es el número del nuevo nacimiento, por tanto el 9 indica que se recogerán frutos. Para ello hay que sembrar, claro está, pero no petróleo, sino papas arroz y caraotas. Observen lo que dice el Levítico: «Seis años sembrarás tu tierra… pero el séptimo año la tierra tendrá descanso, reposo para Jehová» (Lv. 24:3-4). ¿Qué comería el pueblo el séptimo año? «...os enviaré mi bendición el sexto año (2016), y ella hará que haya fruto por tres años… hasta el año noveno, hasta que venga su fruto, comeréis del añejo» (Lv. 25:20-22). Esto es: con la bendición de Dios, comeremos este año. Al final el “Dios proveerá” era un mensaje profético, a pesar de lo criticado que fue.
Astrológicamente hablando, Plutón transita por capricornio y hay una cuadratura Saturno-Neptuno, que conspira en contra de la buena marcha de nuestra economía. En verdad no ha sido la mala política económica, realmente nuestro problema es astral. Saturno trae duras pruebas este año: hacer mercado, sobrevivir al hampa, conseguir medicinas y otras dificultades, serán recurrentes en este ciclo anual.

En este año:
  • Un caso espantoso de corrupción se descubrirá.
  • Un alto funcionario público será involucrado en el narcotráfico.
  • Una mujer ascenderá al poder en un importante país.
  • Los precios del petróleo descenderán.
  • Habrá conflicto en el Medio Oriente.
  • Putin será reelecto nuevamente bien como primer ministro o presidente.
  • Berlusconi aparecerá involucrado en un escándalo de prostitución.
  • Las elecciones previstas para este año en Venezuela serán impugnadas antes de realizarse.
…y así cosas por el estilo pasarán.
Para Venezuela será un año crucial. Entre los abismos que se le presentan, una sabia decisión sería optar por el menos profundo. Será cuestión de diálogo. No se trata de increpar al gobierno:  hasta el momento la política económica del gobierno ha sido realmente excelente. Sin embargo dadas las características numerológicas del año 2016, bueno sería, por ahora, hacer unos pequeños ajustes. No es culpa del presidente,  son los números que se gobiernan solos.
Por último, también son  nueve elementos en el «fruto del Espíritu»: (1) amor, (2) gozo, (3) paz, (4) paciencia, (5) benignidad, (6) bondad, (7) fe, (8) mansedumbre, (9) templanza. Todo esto lo necesitaremos este año de manera muy especial. Feliz año 2016. Ya se fue enero, va quedando menos.

lunes, 18 de enero de 2016

¿Que Tal?


Gobierno Rocambolesco

Escuchando hablar al presidente de la Republica, a los ministros y a los más altos personeros del Psuv, se puede adelantar una de las tres siguientes hipótesis o las tres  simultáneamente: son ignorantes e incapaces; son unos redomados  farsantes que se fijaron un rol  y lo cumplen a la perfección o son unos ingenuos que viven en un país de fantasía, cual Alicia en su mundo de maravillas. Escoja usted la  que más le agrade, yo tengo mi selección, que no es única, por cierto.

Leyendo las declaraciones del nuevo ministro de finanzas, quien señala que la inflación no existe, me pregunto, ¿qué espíritu maligno nos estará haciendo una mala jugada? Para no dudar de los conocimientos económicos del nuevo ministro,  supongo que por eso lo colocaron allí. Entonces debo buscar afanosamente el culpable de que mi nevera este vacía, que la despensa solo contenga aire mezclado con esperanzas y que los ingresos, cada día, alcancen para comprar menos comida.

Al nuevo Ministro de Industria y Comercio,  propondría que le otorgáramos el premio a la eterna espera. La crisis de colaboradores del gobierno, le permitieron alcanzar su sueño dorado: uff uff  al fin podrá poner en su currículo que alguna vez fue ministro”. Sus primeras declaraciones dan muestra de su talante, los venezolanos deben dejar de comprar y consumir tanto, para superar la crisis de abastecimiento, dijo. Parece que la permanencia eterna en la presidencia de un gremio empresarial, en vez de fortalecer, contribuyó a debilitar sus conocimientos económicos,  por decirlo en la forma más educada posible.

Por su parte, la nueva Ministra de Agricultura Urbana, con su histrionismo bien particular,  sostiene que los venezolanos salvaremos la economía del país sembrando plantas comestibles en porrones, tobos o laticas. La verdad es que no sé de dónde sacó el gobierno tan buenos actores para montar esta comedia, pero de verdad, le agradezco haberlo hecho,  porque los precios de los cines y teatros son casi inaccesibles para la gente de a pie.

Ratifico, ya en serio,  lo que dije en artículos anteriores, estamos metidos en un tremendo problema económico-social-institucional, para el cual, según mi criterio, la única solución institucional es política. Por lo que me atrevo a sugerir, muy respetuosamente,  a la nueva Asamblea Nacional que trate de legislar sobre la facilitación del mecanismo para la convocatoria del Referéndum Revocatorio Presidencial. Después de éste, podríamos recuperar el clima de confianza nacional e internacional, para reinsertarnos en la senda del progreso social y económico de Venezuela ¡Amén!

*Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente
@alvareznv

domingo, 10 de enero de 2016

Diputados nuevos o nuevos diputados

La instalación de la Asamblea Nacional, en mi criterio, lo más relevante que nos ha traído, es el rescate del foro de discusión política que todos los países democráticos deben tener. Allí se dirimen las controversias políticas, reconociendo la pluralidad de pensamientos y construyendo los necesarios consensos que apuntalen el desarrollo de nuestro país.

En la sesión inaugural se sentaron las bases del futuro parlamento, tales como el acceso de los medios de comunicación social; respeto de las barras hacia los diputados; ponderación de quien conduce el debate frente a las intervenciones de los asambleístas. Todo esto se traduce en recuperación de la majestad del parlamento, rumbo que se había perdido en los últimos años.

En cuanto a las actuaciones grupales e individuales, considero que  la de los parlamentarios de la alternativa democrática estuvo sobria y relativamente ajustada a lo que se espera de una bancada seria y democrática. El nuevo presidente, haciendo gala de su experiencia y técnica parlamentaria,  adquiridas a lo largo de su vida en el antiguo congreso, eludió de forma acertada las zancadillas de los diputados “opositores”. Utilizo exprofeso el término “opositores” para calificar a los oficialistas, con el único objeto de recordarnos a todos los venezolanos que a partir de ahora se invirtieron los papeles, en cuanto al  Poder Legislativo se refiere.

La actuación de la bancada chavista no trajo nada que no conociéramos: El reclamo de respeto a unas normas parlamentarias que ellos se pasaron por debajo del bigote, cuando prácticamente echaron de sus curules a los diputados María Corina Machado, Richard Mardo y Maria Mercedes Aranguren.

Un diputado extraído casi que de la Guerra Federal, a quien le estamos  muy agradecidos por simbolizar lo que debemos superar como país, Pedro Carreño, mintió, como de costumbre, para que le concedieran la palabra y además volvió a utilizar un lenguaje indigno de su investidura. Héctor Rodríguez, representante de la nueva generación de chavistas, joven con buen verbo, bien entrenado en el arte de la marramucia, se dedicó a, y parece que esta será su función, entorpecer la labor del conductor del debate.

En suma, allí están representadas dos de las tres tendencias del país. La alternativa democrática, con una visión más o menos clara de lo que quiere y necesita Venezuela para salir del atraso en que nos han sumido y, la otra, con una concepción ideologizada y dogmática de la realidad, persuadida  de que la ignorancia y la pobreza son las materias primas que soportan su revolución. ¡Que Dios nos ampare!

*Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente
@alvareznv

lunes, 4 de enero de 2016

Yo soy Jalisco

Mis consecuentes lectores, los saludo con muchísimo cariño y respeto y les deseo un feliz y productivo año 2016 en unión de todos sus seres queridos. Inicio este primer articulo del año recordando un viejo refrán Mexicano: “Jalisco nunca pierde y cuando pierde arrebata”. Pareciera que este dicho le resulta agradable al oído de los actuales gobernantes, ya que, después de bombardearnos por mas de 15 años con una propaganda que aseguraba , que el sistema electoral venezolano era el mejor del mundo, ahora nos sale con el cuento peregrino de que ha decidido cuestionar los resultados de las elecciones del 6D.

Llegado a este punto, me pregunto y les pregunto a ustedes ¿quien fue el que garantizó que los resultados estarían blindados? ¿Quien obstinó hasta el cansancio para que se firmara un compromiso de aceptación de los resultados? ¿Quien controla todos los espacios electorales, incluyendo la mayoría de los rectores del CNE? Resulta risible que el sistema electoral mayoritario que ellos diseñaron para garantizarse la mayoría perpetua ahora se haya vuelto en contra de quien lo implantó y que cual moderna guillotina, haya sellado la derrota de quien lo cobijó en su vientre. Hasta el Parlatino y el Parlasur quedaran bajo el control de la oposición a cuenta de las torpezas cometidas por el gobierno.

No fueron suficientes las argucias inventadas por el organismo electoral para garantizar el triunfo de los mandamases. Se quedaron en el camino los Gerrymandering; las cirugías de los circuitos; la imposición de cuotas de genero; los intentos de volver al sistema electoral de representación proporcional de las minorías; los votos asistidos en las poblaciones rurales; la regaladera de taxis y electrodomésticos; las amenazas de despido o de revocatoria de contratos ¡todo se derrumbó! Ahora solo les queda cantar entre sollozos: todo pasado siempre fue mejor.

Si este fuera un gobierno democrático nada hubiera pasado. Las elecciones del 6D solo serían un episodio más de la historia republicana de un país. Como decía Rudyard Kipling: “aprendiendo a tratar el éxito y el fracaso con la misma indiferencia, estarás preparado para vivir una vida plena, hijo mío”. Pues parece que este no es el caso de los autodenominados revolucionarios, quienes ahora parecen encaminarse a derrochar el poco capital político que les queda, intentando desconocer la voluntad popular expresada en su contra. Desde mi espacio me atrevo a sugerirles que se miren en el espejo de Daniel Ortega, quien derrotado en una elección por Violeta Chamarro, entendió que esa perdida no era el fin de su carrera política

*Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente
@alvareznv