lunes, 30 de mayo de 2016

Macondo o Venezuela

Venezuela se ha convertido en un lugar tan extraño, que uno casi juraría que nada de lo que vea u oiga podría alarmarlo, pero siempre queda algún resquicio por donde se cuela la duda. Para confirmar esto les relataré algunos casos que han vapuleado mis apreciaciones en los últimos días.

Un amigo conocedor del tema  de alimentos regulados me contó que las colas para comprar estos productos se forman desde la madrugada, esto no es novedad, lo que sí puede serlo, es que a eso de las 6 de la mañana llegan unos personajes mal encarados y se dirigen a los que están de primeros y les dicen: “Usted va en el lugar 101 porque las personas que le anteceden están a punto de llegar” .Negarse a tal arbitrariedad, en un país sin ley,  es arriesgar la  vida, por lo tanto la persona no tiene más remedio que aceptar el atropello. Los mafiosos tasan cada puesto en 4 mil bolívares, por cada abasto o supermercado que controlan, obtienen 400 mil bolívares diarios. Si se multiplica por la cantidad de puestos de venta que hay en Caracas, por solo tomar como referencia una sola ciudad, creo que pronto podrán prestarle recursos a PDVSA.

Siempre me ha llamado la atención la cantidad de personas que, en determinados sitios de la ciudad, se congregan alrededor de sus carros para charlar y compartir bebidas alcohólicas a un menor precio. Hasta allí todo bien, pero me dijo uno de los habitués que la crisis económica es tan fuerte que las parejas no tienen dinero para pagar “los botes del amor”, motivo por el cual apareció la figura de los carros moteles, que por un módico precio les permiten sostener sus encuentros amorosos. Si alguien se sorprende por los movimientos de un carro, le responden: “Tranquilo, unos amigos se están divirtiendo”.

Ahora tenemos revendedor de revendedores, porque los revendedores habituales no consiguen mercancía ni para ellos y ahora están buscando para garantizar su propio sustento. Igual pasa con las personas que ejercían la economía informal, ante los altos precios y la escasez, ahora están siendo desplazados por los nuevos oferentes,  quienes amenazan con transformar el antiguo oficio de los manteleros.

El gobierno fijó un precio de Bs. 190 para la harina precocida, los revendedores fijaron su precio justo en 1500 si la compra por bulto, pero si es por unidad, el precio podría superar fácilmente los 2 mil bolívares. ¿No sería mejor liberar este y otros precios para que la gente pueda conseguir todos los productos que puedan pagar? Si no lo hacemos así, ¡la carreta continuará delante de los caballos!

*Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente
@alvareznv

sábado, 28 de mayo de 2016

Rafael Narváez: El ministro Gustavo López es valiente para torturar estudiantes y blando con el hampa

Tras la reciente detención y denuncia de trastos crueles a estudiantes que manifestaron para exigir la activación de referendo revocatorio, el abogado y activista por los derechos humanos, Rafael Narváez, denunció que el ministro del interior, justicia y paz, Gustavo González López ordenó la aprehensión de los manifestantes y traslado a recintos carcelarios, sin la debida actuación del Ministerio Público. 

“El Ministro de Justicia es valiente para torturar estudiantes y blando con el hampa” expresó el abogado.

Narváez detalló el caso del estudiante Richard Manríquez, quien fue anunciado como detenido por el Ministro González, mientras que su abogado denunció que fue hallado en una zona del Área Metropolitana de Caracas y que presentó signos de tortura, así como a otro que fue trasladado al centro penitenciario de San Juan de los Morros, fue golpeado, le propinaron descargas eléctricas y fue obligado a consumir arepas con moscas.

“Este es un Estado que convalida delitos contra el debido proceso, estamos ante la presencia de un Presidente de la República que condena sin ser juez, que acusa sin ser fiscal y le da órdenes a cuerpos de seguridad para que no nos permita ser iguales ante la ley como lo establece la Constitución Nacional. Cuando los estudiantes asumen derecho constitucional de manifestar no se les permite, pero otros venezolanos, ideológicamente afines al gobierno sí acuden al centro del Área Metropolitana. Somos discriminados ¿hay un apartheid político o no? ¿Hay separación de poderes o no lo hay? La respuesta la tiene el poder ciudadano. El Estado de Excepción violenta el pacto de San José” explicó el ex parlamentario.

Al respecto, aseguró que en el país se aplica un Estado de Excepción “de facto”, que es ilegal porque fue rechazado por la Asamblea Nacional, poder que es desconocido por el mandatario Nicolás Maduro, y que utiliza el decreto para realizar una represión sin límites, bajo la acción parcializada de poderes públicos, que actúan para mantener en el poder “a un Gobierno “desgastado en el poder”. Aseveró que tanto el Primer Mandatario como el Consejo Nacional Electoral (CNE) cierran las posibilidades de que los ciudadanos apuesten a una salida pacífica y constitucional como lo es el Referendo Revocatorio.

“Crearon una nueva Seguridad Nacional, son discípulos de Pedro Estrada, usan policías femeninas para enfrentar manifestaciones en vez de mantener garantías como establece el artículo 49 de la Constitución en relación al debido proceso y además las limitaciones de la Ley Orgánica de Estados de Excepción, al igual que el derecho la libertad. El Ministerio Público está nulo, los jueces en Venezuela tienen el tupé de decidir a quién privan de libertad, sin tener pruebas” sentenció.

jueves, 26 de mayo de 2016

Himno Nacional explica frases de él mismo que ya no tienen tanto sentido

En la mañana de su aniversario 135, el Himno Nacional abrió los ojos, se cepilló los dientes, hizo 20 flexiones de pecho, revisó Snapchat para ver los culos, abrió su ventana y vio una cola de gente esperando que abrieran el Farmatodo. Sacudió su cabeza con vergüenza. Luego encendió el televisor, vio Portada´s, vio alguna vaina chavistoide en Globovisión, y decidió hacer, con carácter de urgencia, una profunda revisión de esas frases —sus frases— que ya no tienen sentido, a la luz de los hechos.
“Gloria al Bravo Pueblo” 
¿Cuál? ¿El pueblo que logró sacudirse al yugo español con sufridas campañas, llenas de sangre, o el que mansamente se cala su cola bajo esa pepa e’ sol para ver qué llega al mercado? Ese pueblo no merece gloria, si acaso un cartoncito para taparse la cara del solazo. O una bailoterapia en una marcha.

“La Ley respetando la virtud y honor”
¿No respeta la ley un peazo de motorizado, que se come la luz o maneja por la acera, y la va a venir a respetar “la virtud y el honor”? Y digo el motorizado por poner un ejemplo, no se vayan a creer mejores que nadie. Yo los veo todos los días, aquí nadie respeta un carajo de la ley. Manejan por el hombrillo, botan la basura por la ventana, oyen los pasodobles esos que escuchan ahora a todo volumen (reggaetón creo que los llaman), hacen pipí en la calle, violan la constitución, hacen lo que les da la gana.

“Abajo cadenas” 
Esta era una de las frases que más me gustaba de mí mismo, pero bueno. Las cadenas ahora son a toda hora. Las de la tele, y las otras.

“El pobre en su choza libertad pidió”
No mijo, que va. Los pobres ahora piden la choza de una.

“Muera la opresión”
Aquí nos iremos a morir todos primero; nos morimos de hambre o esperando remedios o nos mata un malandro, antes que la opresión.

“Si el despotismo levanta la voz seguid el ejemplo que Caracas dió”
JAJAJAJA. No joda, qué esperanza.

domingo, 22 de mayo de 2016

Nuevos Migrantes Venezolanos en Miami




Enrique y Ana abandonaron Venezuela hace siete meses, huyendo de la persecución política y buscando “un mejor futuro” para su hijo de cuatro años. Ante la desesperación que sentían, decidieron dejarlo todo y emigrar con los bolsillos vacíos, portando solo una tarjeta de crédito con la posibilidad de $700, el monto establecido para un cupo viajero en el control de divisas del país suramericano.

La pareja, que habló con el Nuevo Herald con la condición de no revelar sus nombres, llegó a Miami sin conocer a nadie y con unos pasajes de avión que les había regalado un ex jefe. Por suerte, un amigo conocía a alguien que tenía familia en la ciudad, contó Enrique. Fue este completo desconocido quien los recibió en el aeropuerto y les dio hospedaje en su vivienda de Homestead durante dos meses.

“Todos los días han sido días de milagros”, dijo Enrique, quien actualmente vive y duerme con su familia en el almacén del negocio en el que trabaja, donde tienen pocas comodidades.

La pareja y el niño duermen en un colchón de aire, pero lo más problemático es la hora del baño: con un envase plástico se van echando agua en el cuerpo desde el grifo del lavamanos. Como el baño no tiene desagüe, cada vez que terminan les toca recoger toda el agua que cae al piso, con un trapo y un balde.

Ana, la esposa de Enrique, estaba embarazada y recientemente perdió el bebé.

Esta es una de las 100 familias venezolanas que han recibido ayuda desde enero de la iniciativa Raíces Venezolanas, un programa de la organización no gubernamental Venezuela Awareness que dona productos domésticos básicos a compatriotas en situación de carestía.

Ante la situación política y económica de Venezuela, cada vez más venezolanos se ven en la necesidad de dejar su patria, aunque sea con extremas dificultades económicas. Raíces Venezolanas, una iniciativa de la ONG Venezuela Awareness, brinda ayuda a estos inmigrantes venezolanos con grandes limitaciones económicas en Miami.


La fundadora de la ONG, Patricia Andrade, contó que comenzó el programa al ver la cantidad de venezolanos que están llegando a Miami en condiciones precarias.

“En este momento está llegando una nueva emigración de venezolanos que viene en situación de carestía (...) Lo que está pasando actualmente y que hemos visto es de venezolanos que duermen en un cuarto o en un warehouse (almacén) porque no tienen donde vivir, que se meten familias enteras en un cuarto y duermen en el piso”, dijo.

A causa de la creciente inflación y el control de cambio de divisas que rige en Venezuela, cada vez son menos los ahorros que los emigrantes pueden traer consigo o sacar del país cuando deciden buscar nuevos horizontes.

De acuerdo a un análisis del Centro de Investigación Pew-Tendencia Hispana, había 248,000 personas de origen venezolano residiendo en Estados Unidos en el 2013, de estos, el 69 por ciento había nacido en el país suramericano.

Adicionalmente, se calculaba en el 2015 que un millón y medio de venezolanos, en su mayoría profesionales, ha abandonado el país, siendo Estados Unidos (con 260,000 personas) y España (con 200,000), los países que han recibido la mayor cantidad de ellos. Ese mismo año, una encuesta de Datanálisis revelaba que un 10% de los ciudadanos dijo que estaba realizando trámites para emigrar.

Las razones para irse de Venezuela van de la mano con la situación del país: los altos niveles de inseguridad, la crisis económica, que ha reducido el empleo formal y ha provocado la escasez de alimentos y medicinas. Para otros, el motivo es político ya que dicen haber sido perseguidos o intimidados por sectores del chavismo, por su participación o apoyo a las actividades de la oposición.


Aunque no hay estadísticas actuales sobre la inmigración de venezolanos, Andrade estima que ha aumentado significativamente desde principios de este año. De las 100 familias a las que ha brindado ayuda, la mayoría ha acudido a su programa a partir de abril y tiene uno o dos meses de haber desembarcado del avión.

Viviendo de la caridad

Todos los viernes, varias familias acuden a los almacenes que alquila Raíces Venezolanas en la ciudad de Doral en busca artículos donados, como cubiertos, vajillas, sábanas, almohadas, entre otros. Los más solicitados son colchones y cafeteras, comentó Andrade.

Luis Marcano con sus dos hijos pequeños, y Alfredo Cañizares junto a su esposa María Concepción, solicitaron colchones.

Tras haber sido secuestrado durante tres días, Marcano llegó a Miami hace unos meses con su esposa y sus hijos, sin conocer a nadie. Vendió todo lo que tenía en su país y con el dinero compró el pasaje. Se quedó con menos de $2,000 que usó para comprar un vehículo y alquilar un apartamento pequeño, en el que duerme en el piso.

Al igual que Enrique y Ana, Alfredo Cañizares y su esposa huyeron del país por una persecución política. Vivían en Mérida y participaron en protestas junto a un vecino, Franklin Hernández, quien fue detenido en enero del 2015 por el Sebin luego de que el presidente Nicolás Maduro lo señalara en una alocución como el “cabecilla violento en Mérida, Táchira, Trujillo y Caracas”.

Aunque llegaron inicialmente a la casa de un familiar, recientemente lograron alquilar un apartamento pequeño en el que su hija de 14 años le había tocado dormir en un colchón inflable, por eso pidió ayuda al programa Raíces Venezolanas.

Ante la pregunta de si regresarían a Venezuela, todos respondieron que en este momento no. Pese a las incomodidades con que viven, consideran que su situación es momentánea y el esfuerzo valdrá la pena para darle oportunidades en el futuro a sus pequeños.

Enrique dice que cuando llegue el día del cambio de gobierno, le gustaría regresar para a ayudar a reconstruir a Venezuela. Por ahora se preocupa principalmente por reunir dinero para poder enviar a su niño a la guardería.

“Si alguien piensa regresar (en este momento), que escuche mi historia y por favor que no tire la toalla, no desista”, dijo el venezolano.

CÓMO AYUDAR

Andrade pide a los venezolanos y otros ciudadanos de Miami que se solidaricen con la causa de los nuevos inmigrantes. Para ayudar, pueden donar sábanas, almohadas, cobijas, cubiertos, utensilios de cocina, platos, juguetes y algunos muebles. También se reciben donaciones monetarias.

Si quiere colaborar, puede llamar al número (305) 559-6244 o enviar un mensaje a VenezuelaAF@gmail.com. En caso de que necesite ayuda, puede utilizar los mismos datos de contactos, pero Andrade resalta que el programa es para los venezolanos que están en situación de “extrema carestía”.




Fuente: http://notiforo.com/foros/viewtopic.php?t=10605

martes, 17 de mayo de 2016

Cacho en la manga

En el oriente venezolano hay un refrán muy popular que reza: “El que ha sido picado de culebra, bejuco le para el pelo”. Esto va a pasar con Venezuela cuando, en un futuro hipotético, aparezca otro gobierno demagógico como el actual, anunciándole al país que va a iniciar una política de expropiación de activos, de control de precios y de cambio. Si eso llegara a suceder, alguien debería recordarle a la población las rimbombantes declaraciones del gobierno en el 2003, garantizando que este tipo de medidas traerían la máxima felicidad a la población.

Tras 13 años de controles,  la “felicidad” nos chorrea por los labios temblorosos por el hambre, la cara nos resplandece, no porque estemos ahítos de comida, sino por el frío que se experimenta tras horas sin probar alimento. Observo con horror e impotencia niños barrigones por comer solo agua de espaguetis, porque ni siquiera la pasta completa sus madres se la pueden dar. La gente prácticamente se está  muriendo de mengua, algunos porque no consiguen medicinas, otros por no tener dinero para comprar comida y, en algunos casos, porque teniendo plata  no consiguen los productos.

Pero además de solucionar el problema del abastecimiento, también debemos potenciar el poder de compra de la gente. Un pueblo empobrecido imitara a mi madre que cuando yo estaba pequeño me decía: “ Usted ve ese pedacito de carne que se está secando colgado del techo, bueno, ese es para “La Pascua de Reyes”, pero para comer ahora, lo que tengo son estas arepitas peladas con picante y guarapo”. Por cierto, mi madre nunca me contó que significaba el termino “La Pascua de Reyes”, pienso que debía ser algo como las Calendas Griegas. Critico los aumentos paupérrimos y populistas que el gobierno lanza, como una migaja, a los que menos tienen, que solo sirven para alimentar la espiral inflacionaria, es decir, una medicina que en vez de mejorar, matará al paciente.

Necesitamos urgentemente un cambio de modelo económico que le coloque una mascarilla de oxígeno a la producción nacional y que nos sirva como catapulta para salir del estado de calamidad pública en que nos encontramos. Además necesitamos otro gobierno que sea capaz de rescatar la capacidad adquisitiva del salario de los venezolanos,  garantizar que tendremos productos en abundancia en el término de 45 días, acorralar y meter en cintura al hampa, borrarnos la cruz mortal que tenemos pintada en la frente y devolverle la paz al país, respetando las instituciones. En conclusión, necesitamos un gobierno que gobierne con el pueblo, por el pueblo y para el pueblo. ¡Cacho en la manga señores!

*Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente
@alvareznv

miércoles, 4 de mayo de 2016

Luís Herrera Campins

Luís Herrera Campins nació el 04 de mayo de 1925 en Acarigua estado Portuguesa y presidió la República para el periodo 1979-1984.
Datos resaltantes de su gestión: 
Fue un período donde se completaron importantes obras de infraestructura, por ejemplo: el complejo Parque Central, el teatro Teresa Carreño, la primera fase de línea 1 del Metro de Caracas, el Estadio Brígido Iriarte, el Parque Naciones Unidas en la cual quedaron inaugurados en Caracas los IX Juegos Panamericanos de 1983, el inicio de la Autopista a Oriente, el impulso del agro, el monumento a la Virgen de la Paz, entre otras.
Impulsó la reforma del Código Civil y de la Ley de Educación.
Creó el Ministerio de Estado para el Desarrollo de la Inteligencia a cargo de Luis Alberto Machado.
Autorizó las emisiones de televisión a color en el país.
Autorizó el suministro del Lactovisoy, fórmula alimenticia complementaria para niños, especialmente en edad escolar, que contiene proteína de soya, leche, harina de arroz precocida, vitaminas y minerales). La formula creada por Werner Jaffe es más barata que la leche y contiene ingredientes que no están en ella. Registrada por el Instituto Nacional de Nutrición, es fácil de transportar y de envasar porque es un producto en polvo.
Reunión de jefes de Estado en la cumbre «Norte-Sur» de Cancún, México en octubre de 1981.
Los precios del petróleo llegan entre 1980 y 1981 a niveles nunca antes vistos, pasaron en ocasiones de los 30 dólares por barril, debido a la Guerra Irak-Iran y la política de bloqueo que realizaron los países árabes contra los Estados Unidos y otros países occidentales.
Durante su gobierno, los ingresos por concepto de venta de hidrocarburos se triplicaron, pero ello no impidió que el Estado contrajera importantes deudas con instituciones financieras extranjeras, hasta el punto de que la deuda pública ascendió a 25 millardos de dólares para 1983.
Las presiones para el pago de la deuda externa produjeron la devaluación del Bolívar la moneda nacional. Desde el llamado «Viernes Negro» en febrero de 1983, hasta fines del gobierno del presidente Herrera Campíns, la devaluación del Bolívar (Bs. 4,30 por dólar) osciló entre Bs. 12 y Bs. 15 por dólar en el mercado libre.
Suprimió toda publicidad audiovisual por radio y televisión dirigida a promover el consumo de cigarrillos y bebidas alcohólicas, medida que redujo a largo plazo la incidencia de tabaquismo en la población.
Durante el conflicto de Las Malvinas mantuvo una posición firme contra la intervención inglesa y para lograr al menos que otros países europeos no se colocaran en contra de Venezuela. Además giró instrucciones a sus embajadores en Francia y Alemania para que declararan que Venezuela estaba reconsiderando la compra de equipos militares por cuatro mil millones de dólares.


martes, 3 de mayo de 2016

Antonio Sánchez García: Angelus novus

“Divino es sólo aquel que sabe vencerse a si mismo. La mayoría ve la ruina ante sus propios ojos, pero se precipita en ella.” Leopoldo von Ranke (Alemania, 1795-1886)

En 1920, el gran pintor suizo Paul Klee dibujó una acuarela con tiza y tinta china sobre papel que llamó Angelus Novus. Nada más verlo, el joven pensador judío berlinés Walter Benjamin – tenía entonces 28 años - cayó extasiado. Lo adquirió, lo llevó consigo tanto como pudo hasta que finalmente, en su desesperada huida del nacionalsocialismo, se lo dio a guardar a uno de sus amigos judíos de la Escuela de Frankfurt. Veía en él, maravillosamente expresada, la tragedia del horror que se cernía sobre Europa como una avalancha de maldad y crueldad infinita. Su interpretación quedó consignada en unos apuntes que retratan su visión de la historia: “Hay un cuadro de Klee (1920) que se titula Ángelus Novus. Se ve en él a un Ángel al parecer en el momento de alejarse de algo sobre lo cual clava su mirada. Tiene los ojos desencajados, la boca abierta y las alas tendidas. El ángel de la Historia debe tener ese aspecto. Su cara está vuelta hacia el pasado. En lo que para nosotros aparece como una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que acumula sin cesar ruina sobre ruina y se las arroja a sus pies. El ángel quisiera detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero una tormenta desciende del Paraíso y se arremolina en sus alas y es tan fuerte que el ángel no puede plegarlas… Esta tempestad lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas mientras el cúmulo de ruinas sube ante él hacia el cielo. Tal tempestad es lo que llamamos progreso”.

Apostrofando esa interpretación, ese ángel de la historia, imaginado en Venezuela y arrastrado hacia el futuro por la fuerza cósmica e inevitable de la naturaleza más que por la fuerza racional, espiritual, consciente de la historia, miraría hacia un pasado de barbarie y dictaduras que llega hasta el cielo. Con una brutal diferencia respecto del Angelus Novus de Klee interpretado por Benjamin: la tempestad que le ata las alas no es el progreso: es la regresión bolivariana, es el caudillismo militarista, es la ignorancia y el salvajismo de una sociedad que repudió desde su nacimiento la posibilidad de entregarse a la civilidad. Que urgida por los caprichos y el voluntarismo mesiánico de sus aristocracias prefirió la guerra a la paz, la violencia al entendimiento, la muerte a la vida. Para, al cabo de la proeza y consumida por el apuro, reconocer el monstruoso error cometido: “quién podrá negar que éramos felices y disfrutábamos de la paz colonial. Mientras que ahora, sacrificados todos esos bienes por tenerlos mejores, nos consume el horror de la guerra y el caos”. Lo dijo, palabras más palabras menos, al borde de la muerte, el máximo responsable de su propia tragedia, que por siglos sería la de todos, Simón Bolívar.

Doscientos años venerando al máximo responsable de esa monstruosa acumulación de ruinas negándose a citar su atribulado testamento, pues de hacerlo, el esperpéntico edificio de sus delirios, la república construida sobre ese desafuero, dejaría los graves defectos de su obra al desnudo. Sólo la frágil civilidad construida a pesar de la médula militarista, autocrática, violenta y bárbara que la determina, esa sangre, ese sudor y esas lágrimas derramadas por los vencidos sobre el filo de los machetes, las lanzas y las espadas, los fantasmas de la muerte travestidos de Angelus Novus que deambulan por los campos de batalla de nuestras incontables y miserables gestas de la nada, ha permitido que asomemos la cabeza por sobre el pantanal africano de nuestras determinaciones ancestrales.

Los demócratas de hoy no somos herederos de Bolívar. Ni de los lanceros y macheteros que volvieron caras. Somos los dolientes, así lo ignoremos, de las decenas y decenas de miles de cadáveres provocados por la Guerra a Muerte. Si mal se cuenta, medio millón de seres humanos de uno y otro bando si sumamos las víctimas de la llamada Guerra de Independencia con las provocadas por la llamada Guerra Federal y aderezadas por la peste, los descalabros telúricos, los infortunios de la naturaleza. Pero, por lo visto a posteriori, tal cantidad de cadáveres no fue suficiente como para saciar la voracidad de la barbarie. Guardamos el triste privilegio, ese sí merecedor de un premio Guiness, de ser doscientos años después el país más violento del mundo, aquel en que la cifra de homicidios se ha unido a la de la inflación y el desabastecimiento para convertirnos en la sociedad más miserable de la tierra.

¿A quién le importaron esas abrumadoras, inmensas mayorías exterminadas que no tenían el más mínimo interés en embarcarse en la aventura de la República, un sortilegio, una mesiánica aventura y una ilusión tornasolada de la que no se tenía la menor idea? Cuyos protagonistas no se embarcarían en la guerra en razón de algún ideal patriótico sino a cambio de las mismas recompensas a las que aspiraban cuando le caían a saco a los sectores pudientes de la pobre sociedad criolla. Exactamente como ahora: mi voto por una gallina. Entonces el intercambio de favores y compromisos era más grave: asesinar unos realistas a cambio de tierras.

¿Quiénes habían leído a Voltaire y a Montesquieu en Valle de la Pascua y en Caicara del Orinoco? ¿Quiénes habían oído hablar de Maximilien François Marie Isidore de Robespierre, o de Georges-Jacques Danton o de Jean-Paul Marat? ¿Quiénes tenían la más remota idea de lo que era Napoleón al mando de un citoyen, en San Fernando de Atabapo o en las Queseras del Medio, esas arenas ensangrentadas de nuestra caribeña Guerra de Troya? El joven Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte Palacios y Blanco. Y tras suyo un par de docenas de aristócratas ilustrados y dos o tres venezolanos cultos y educados, únicos en ese valle de la ignorancia, de los cuales el más conspicuo, Andrés Bello. Junto a Francisco de Miranda, quizá la única conciencia que fue capaz de medir en su monstruosa y sangrienta exactitud el horror que se nos venía encima. Y salió huyendo para no volver nunca jamás. ¿De qué y para qué vivir en un país cuya principal ocupación era, y continúa siendo hasta el día de hoy, el bochinche?

Todos los pueblos, escribió Alexis de Tocqueville, cargan con un gravísimo pecado original. Y ese pecado original les pesará por los siglos de los siglos. El nuestro fue el de renegar de los doctores y enaltecer a los guerreros. Despreciar la pluma y adorar las lanzas. Repudiar la cátedra y admirar los cuarteles. Ansiar la vida y provocar la muerte. Asómese a la ventana: verá los resultados.

@sangarccs

Fuente: http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?f=1&t=27604&sid=a31d69f19aaffca951c87e1e844eeaa1