lunes, 23 de octubre de 2017

Pedro Segundo Blanco: Entramado diabólico

Pedro Segundo Blanco: Entramado diabólico


Cuando se trata de lidiar con regímenes de corte autoritario plenamente identificados con la delincuencia organizada, los luchamos para echarlos del poder y restituir la democracia, el Estado de Derecho y la constitucionalidad debemos poner los pies sobre la tierra y delinear estrategias que den los resultados deseados por la mayoría de la sociedad. 

El caso venezolano será digno de estudio y analizado por el mundo, porque es sencillamente increíble que un régimen rechazado por el 80% de los ciudadanos, que sufrió una aplastante derrota en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015 y sus habitantes han visto empeorar todos los males que padecíamos para la época pueda salirse con la suya y cantar un resultado electoral favorable el 15 de octubre.

Muy sencillo: debió ocurrir una secuencia ininterrumpida de vagabunderías, trampas, violación de las leyes electorales, inhabilitaciones, abuso de poder, migraciones en estados y municipios, eliminación de centros de votación, compra de conciencia, chantajes, extorsiones, reparto de dinero, bolsas de comida y ofrecimientos engañosos y combinarse con la miopía, errores, carencia de una estrategia coherente, el triunfalismo, sectarismo y la actitud arrogante y exclusionista de una dirección opositora, que recibió el apoyo y el mandato de los venezolanos para producir el cambio político desde la Asamblea Nacional y que no sólo no cumplió con ese mandato dado, sino que prefirió estirar la arruga, cohonestar nombramientos de magistrados ilegítimos en diciembre 2015, aceptar la desproclamación de los diputados de Amazonas, permitir la inexistente figura del desacato del parlamento impuesta por el TSJ y la anulación de todos sus leyes y actos, para luego acatar al cuestionado organismo electoral que mató el referéndum revocatorio, evadió las elecciones regionales de diciembre de 2016, pero les ordenó validar los partidos, mientras montaba la olla de la Constituyente, que es la mampara, con la que montaron la celada contra todo tipo de elección que les sea adversa.

Como he sostenido, aquí se ha instaurado un entramado diabólico basado en perversidades y malandrajes, porque al ritmo de la llamada revolución bolivariana está la definitiva decisión de Maduro y la narcodictadura de aferrarse y mantenerse en poder a costa de lo que sea, con votos o sin votos. Frente a ello es necesario que redefinamos el rol y la estrategia de los factores democráticos venezolanos. 

No podemos seguir usando métodos convencionales e ineficaces frente a este enjambre corrompido y perverso, la sociedad venezolana requiere de una nueva conducción y un liderazgo que entienda que hay que incluir y no excluir, que incorporar y ampliar y no reducir, que privilegie la participación de todos, sin barreras ni vetos, que se entienda de una vez por todas, que todos somos necesarios para sacar al país de esta desgracia, que no es suficiente un arreglo de siglas para procurar candidaturas o cuotas, que debemos combinarlas con los más talentosos, los más capaces y sobre todo con aquellos que estén suficientemente claros de la dimensión y la gravedad de esta crisis política, que no tiene precedentes en nuestra historia republicana. La lucha por nuestra Venezuela no puede detenerse, tenemos que reflexionar profunda y sabiamente, sobre la nueva ruta a diseñar y emprender.

"Quienes defienden el derecho a la vida de asesinos, avalan la pena de muerte de ciudadanos inocentes"

Ex parlamentario del Estado Sucre

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