¿Qué Venezuela es la
que queremos? ¿La de la escasez? ¿La llena de inseguridad? ¿La del
desabastecimiento y la corrupción roja? Apuesto que la gran mayoría de
quienes amamos esta tierra estamos en contra de todas estas clases de
Venezuela que se puede resumir como el legado de la mal llamada
revolución.
El país necesita un cambio, y esto ya se escucha y lee como reiterativo,
no obstante tenemos el deber moral de recordarlo y remarcarlo.
La crisis política, social y económica está llegando a unos niveles
insostenibles. La situación del país se agudiza en medio de las torpezas
públicas del Jefe del Estado y de su equipo que no pega una.
Los venezolanos tenemos el compromiso cierto de abrirnos camino en medio
de la pugna más grande de la historia, estamos viviendo la batalla
entre la Venezuela del presente con la del futuro.
El pensamiento socialista fracasó, en todos los sentidos, y no quiere
admitir su revés histórico y se niega a darle paso a un pensamiento
fresco y renovador que impulse el desarrollo del país.
Los socialistas no buscan, no han buscado ni buscarán, la felicidad para
el ciudadano, por el contrario su objetivo es simplemente el poder por
el poder, aunque esto cueste la destrucción total de una república.
Así ha pasado en todos los lugares del mundo que la izquierda ha
gobernado y Venezuela es el nuevo ejemplo de esta constante histórica.
Ante esto, todos los venezolanos debemos luchar por el rescate de la
nación y emprender las acciones necesarias para el relanzamiento de
nuestras capacidades patrias.
Siempre he confiado en la capacidad pujante de los venezolanos, siempre
he defendido el potencial que existen entre nuestra gente, por eso sé
que la Venezuela que necesitamos es aquella que están soñando miles de
ciudadanos y que la están construyendo día a día en medio de las
vicisitudes que ha generado el oficialismo madurista.
La Venezuela que necesitamos es aquella repleta de oportunidades, de esperanzas y de encuentros de todos los ciudadanos.
Ese país que se vive en cada juego de la selección nacional de fútbol,
aquella que defiende el Esequibo como parte de nuestra geografía
nacional. Esa es la Venezuela que defiendo, la del trabajo, el amor
nacional y de la libertad sin restricciones.
Somos parte de un gran país que nos necesita, por eso debemos seguir y
seguir esta lucha que es por el futuro, que es por este gran territorio
que es nuestra casa.
La Venezuela de la esperanza, la de los ciudadanos libres es posible con la participación de cada uno de nosotros.
Karen Rojas Monasterio
Fuente: http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=1093951
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