lunes, 20 de julio de 2015

La inflación llega a los colegios

Este artículo de opinión está siendo publicado por 41 medios de comunicación en Venezuela y 1 en Estados Unidos


Noel Álvarez *

Ser padre es una bendición, pero también es una enorme responsabilidad. En este momento llevar adelante ese importante rol en nuestro país significa un enorme sacrificio, un estrés enorme debido a un sinnúmero de dificultades que hay que enfrentar. En este momento padres y representantes se encuentran ante las dificultades que entraña dar educación de calidad a sus hijos. Equipar a un estudiante los tiene de cabeza. 

El incremento de la matrícula escolar en los colegios privados, proveer a sus hijos de uniformes y de la lista escolar para algunos amerita endeudarse. No es para menos, en muchas instituciones escolares las mensualidades se han incrementado hasta en un 100 por ciento. Para los que tienen más de un hijo, poder mantenerlos en sus colegios se presenta cuesta arriba.

En cuanto a la lista de útiles escolares, además de los escasez, el incremento en los precios es espeluznante. El precio de los cuadernos oscila entre 300 y 500  bolívares. Una resma de papel a precio regulado mil cien bolívares, pero no se consigue. Los bachaqueros las venden a 3 mil. Así podríamos enumerar una gran cantidad de productos cuyos precios no escapan a la inflación. Los comerciantes se quejan porque además de tener dificultades para poder llenar los anaqueles, cuando éstos llegan vienen con el nuevo precio, no pueden vender a pérdida. De igual forma, los uniformes y los zapatos están por las nubes. 

Por su parte, las instituciones educativas no la tienen fácil. Los costos de mantenimiento, el incremento de los sueldos y salarios, es decir, la estructura de costos, que no es fácil predecir en un país en el que la inflación se dispara casi que día a día, los ha llevado a tener que subir las mensualidades hasta en un 100 por ciento para poder honrar sus compromisos. Por supuesto, que la comunidad educativa debe revisar exhaustivamente la estructura de costos para poder aprobar el aumento. Sin embargo, tomando en consideración que un bombillo, por solo citar un ejemplo, se consigue hoy en 600 bolívares, no hay que ser economista para concluir que el mantenimiento de la infraestructura escolar necesariamente debe estar acorde con la inflación.

¿Qué hacer? Aunque la situación no es fácil, es necesario hacer un esfuerzo mancomunado para poder continuar, sin sacrificar la calidad de la educación. Por ejemplo, intentar hacer una lista más eficiente, administrarla para hacerla más viable. Un derroche de creatividad por parte de padres y representantes conjuntamente con los docentes estoy seguro dará buenos frutos. El venezolano se ha caracterizado por saber enfrentar las dificultades, ese es el gran reto para las comunidades educativas. “Los problemas están destinados a despertarnos, no a desalentarnos. El espíritu humano crece a través del conflicto”.  William Ellery Channing. ¡No desmayemos!.


*Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente
@alvareznv

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