Este lunes Paula Colmenárez fue detenida por motorizados de la Guardia Nacional (GN) cuando participaba en el Trancazo por la Libertad en Altamira. El error fue tropezarse pues rápidamente la alcanzó una patada de un efectivo, de allí en adelante pasó seis horas de insultos, golpes y amenazas, como la posibilidad de lanzarla al río Guaire.
La patada del GN le ocasionó una cortada en la mano, en la cual tuvieron que suturarle siete puntos. La joven de 17 años fue llevada a La Carlota donde fue agredida. “Pensé que no quería ser una persona más en la lista de manifestantes fallecidos”, contó al periódico El Nacional la estudiante de Derecho de la Universidad Central de Venezuela.
Los efectivos la golpearon “para que no les mirara las caras“, le robaron sus pertenencias que luego fueron devueltas exceptuando el celular. A pesar de que Colmenárez sintió miedo e impotencia dice que se convirtió en fuerza para seguir manifestando.
“Salí por que estoy cansada de ver cómo matan a venezolanos y de que sea una odisea conseguir medicamentos y comida. Quiero salir adelante en este, mi país, no en otro”, afirmó. Su padre, abogado defensor de los Derechos Humanos, se mostró indignado por el suceso, “tenemos la bendición de Dios de abrazar a nuestra hija. Cuántas familias han sentido el dolor de no poder hacerlo con los suyos”, expresó Andrés Colmenárez.
Paula fue liberada a las 10:00 de la noche del mismo día, suerte que no tuvieron otros jóvenes detenidos con ella. “No me queda más que ganas de salir por esos muchachos que quedaron presos”, culminó.
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