lunes, 31 de agosto de 2015

Adivinar es el reto

Quien no lee o interpreta la historia está condenado a repetir los errores del pasado, dicen algunos historiadores, debido a que esta no se repite: sino que rima. Como un observador crítico de los fenómenos sociales que ocurren en diversas partes del mundo, no puedo obviar el análisis de los que suceden en mi entorno.

Hoy quiero contarles la historia de un país que se empeñó en implementar un sistema económico de ingratos recuerdos para casi todo el mundo. Hablo de una corriente económica que ha representado,  en el devenir de la humanidad, el camino seguro hacia la carestía, la escasez, el hambre, la pobreza y la indignidad de los pueblos. Ha quedado demostrado que  no siempre lo que es malo para el pueblo, también lo es para los gobiernos, quienes algunas veces avanzan apoyados en la miseria para implementar mecanismos de control social.
Cuando ese  gobierno  asumió el control del Estado, inmediatamente implementó un nuevo enfoque económico: a)La economía social, donde el gobierno asumía el control de las empresas que consideraba de interés; b)La economía mixta  en la cual el gobierno tenía el control accionario de las empresas; c)solo dejaba un resquicio para la economía privada donde únicamente operarían empresas con bajos niveles de capital .Este proceso condujo al control del 80 % del parque industrial y a la estatización de buena parte de la banca. Después de 3 años el gobierno, había expropiado 4.400 predios agrícolas  que representaban más de 6 millones de hectáreas confiscadas y abandonadas.

Para fortalecer el camino del infierno económico, el gobierno incrementó irracionalmente el gasto público y con él, la emisión irresponsable de moneda sin respaldo de la producción interna y sin el soporte de las reservas internacionales. Este fenómeno llevó al país a tener una inflación durante un año de  140 %., agravada el siguiente año, donde alcanzó cerca del 1% diario, 365% anual. La política de controles causó la merma del escaso aparato productivo y motivado a la falta de productos, aparecieron los mercados negros de alimentos, donde se vendían hasta 10 veces por encima del precio establecido. La desaparición de los productos en los anaqueles de abastos y supermercados llevaron a los consumidores a formar largas colas frente a los establecimientos, sin tener la certeza que lograrían adquirir los bienes en procura..Aunque se parezca, no hablo del país que ustedes piensan, pero los venezolanos debemos empeñarnos en lograr que la  parte de la historia que nos tocó vivir, tenga un final diferente a la del Chile de Salvador Allende relatado en este escrito.

*Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente
@alvareznv

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